Una vez escuché una frase de Fernando Palacios, coach financiero que dice: “La vida cambia de la noche a la mañana”.  Para mí está frase ha cobrado sentido, desde el momento que mi hermano falleció en el 2018.

El 18 de mayo de 2018 fue un día donde la vida de mis padres, mi sobrino, la de mi familia y la mía tomó un giro de 180 grados, donde vivimos la pérdida de mi hermano y fue un impacto para nosotros.  Fue un impacto porque en su momento, quedaron muchas preguntas sin responder, muchos vacíos en nuestros corazones y donde tuvimos que aprender a respetar la decisión que él tomó; sin juicios, sin críticas y solo verlo desde el amor y por la razón que haya tenido para decidir quitarse la vida y darnos a todos una lección de vida.

A partir de ese momento, no quise ver lo que estaba sucediendo con mi vida, simplemente me dedique a trabajar durante siete (7) meses enfocada, para evadir el dolor tan profundo que tuve, porque mi hermano menor se había ido y simplemente no quería aceptar su ida y tampoco la forma de cómo se había ido.  

Sin embargo, para el 2019 la vida misma me mostró que debía hacer el duelo y a través de las Constelaciones Familiares comencé a trabajar e incluir la realidad de lo que había pasado y comprender que él en su presencia física ya no estaba con nosotros, sino que está en el espacio o la energía misma a la que pertenece volviendo a su verdadero hogar.  

Por otro lado, a través del programa de Liberación de Memoria Celular – CRM trabajé el duelo desde la misma memoria del dolor y sentir que el corazón estaba en tristeza, el cuerpo contraído por el mismo dolor y que tiembla para liberarse, de igual manera, ver el enojo que tenía por la muerte de mi hermano y reconocerla; lo que me ha llevado a comprender que su partida ya estaba hecha y por más que quisiera negarlo no iba a cambiar la realidad de lo que había sucedido. 

Gracias a este proceso de duelo de incluir su muerte tal y como fue, en su perfección y reconocer que ya no está físicamente, lo único que podía decir: “eres mi hermano y siempre serás mi hermano, respeto y honro tu decisión” y que por su ida yo he decidido y he elegido hacer lo mejor con mi vida para seguir adelante.

Hoy veo la trayectoria después de cinco (5) años de su partida que su amor ha sido tan grande porque ha dejado un legado infinito para construir y agradecer.  Hoy por hoy, solo digo Gracias Hermano y aunque te extraño sé que estamos conectados.

“Eres mi hermano y siempre serás mi hermano, respeto y honro tu decisión”

Gracias.