Conservamos los misterios de la vida y lo que oculta como regalo para nosotros, estamos acá en este mundo lleno de maravillas, de amor, de prosperidad, de salud, de abundancia y sobre de todo amor, el amor que llega es el regalo más preciado que tenemos, es la manera de expresar el amor que nos otorga el PADRE para que vivamos bien y felices. 

El PADRE es quien contiene, contiene nuestras “penas”, contiene nuestras dudas y contiene todo aquello que para nosotros como humanos es negativo, pero somos a veces tan ciegos que no miramos más allá, nuestra conciencia está cerrada y por más que tratemos de ocultarnos de nuestro PADRE siempre está ahí. 

Dios solo nos pide a nosotros que nos amemos los unos a los otros, como Él nos ama a nosotros, pero nos da miedo abrir este corazón tan maravilloso que nos ha otorgado por el simplemente hecho que no lo merecemos, y de verdad, no lo creemos. Si nos miramos hacia adentro y vemos ese yo interno podemos ver que el amor de DIOS está en nosotros gritando y tocando fuertemente para que lo dejemos salir, que lo escuchemos y que confiemos es lo único. 

He tenido grandes experiencias al conversar con DIOS y wow no hay palabras que valgan para mencionar toda su magnificencia, es solo permitirnos escuchar, dejarlo entrar en nuestros corazones y permitirnos reconocerlo como nuestro único PADRE que nos contiene, gracias a su creación, gracias a nuestros primeros padres, nosotros estamos acá en este planeta, en este momento, en esta ciudad, y gracias a ÉL contamos con la fuerza para seguir, aprender y aprender de él, de ver la divinidad absoluta que nos otorga, de escuchar sus mensajes de hablar con él sin miedo, sin mente, solo con el corazón y dejándonos llevar por su inmenso amor. 

Me he preguntado muchas veces qué es el amor, y lo que podemos decir es que no hay una respuesta para esta pregunta, solo es vivirlo y para cada uno el amor es lo que tendrá que ser. El amor que he presenciado, es un amor que va más allá de las estrellas, va más allá, mejor dicho no hay límites. Nuestro PADRE nos ama con tal infinidad que no nos pide nada a cambio, solo que aprendamos a amarnos, los unos a los otros como ÉL lo hace con nosotros, sin condiciones, simplemente AMAR.